Haikyu!! es la obra de Haruichi Furudate que empezó su serialización en la Shonen Jump a partir de 2012 y terminó el año pasado. Ante su inminente salida de la mano de Ivrea Argentina, los lectores entusiastas del volley y la historieta japonesa van a ser testigos de una rivalidad entre jugadores, equipos y una amistad forjada a fuego. En esta nueva entrada adelanto de qué va su trama en conjunto al increíble arte plasmado en sus páginas. En la ya longeva tradición de los shonen que transmiten las virtudes del compañerismo con nobles sacrificios para superar los obstáculos, Haikyuu rompe un poco ese esquema tan normativo para reconvertirlo en una historia superadora con obstáculos y enemistades eternas.
Serializada en la Weekly Shonen Jump desde febrero de 2012 hasta julio del año pasado, este spokon de volley, trata sobre dos personajes: Hinata Shoyo y Tobio Kageyama, los típicos opuestos. El primero, un pequeño jugador que apenas sabe lo básico del deporte, el otro un ambicioso setter (armador) que cae en desgracia, ambos oponentes terminan como compañeros en Karasuno, en antaño un prestigioso equipo ahora opacado por su mala racha de partidos
Su adaptación al anime, arranco dos años después del inicio del manga, carece de una particularidad que posee la pluma de su creadxr, la síntesis de cuerpos y movimientos. Con un notable dinamismo, sin una estricta anatomía digna de un estilo más cartoon, la lectura se vuelve más divertida e interesante. Manos grandes y cuerpos acartonados que muestran el esfuerzo agotador de rescatar pelotas o el trazo veloz de un remate que logra golpear el piso. Se destacan las splash page que logran romper lo incómodo y tenso del momento para dar una visión aún más amplia de una jugada, el rostro de un jugador o el sudor de los personajes que se filtra a través de las páginas. También hay una esquematización ordenada de cómo se ve la cancha, estos pequeños detalles informativos hacen más sencillo ver el estado actual del partido. Cabe aclarar que aún con esta versatilidad, las jugadas y movimientos de los encuentros son mayoritariamente reales, estudiadas por lx propix autorx en sus años de secundaria.
A nivel argumental Haikyuu no rompe del todo con el esquema de los shonen, pero sí da una clase sobre el fracaso. Hinata no es un campeón, más bien es hasta el final un perdedor. Tobio es un buen jugador, pero carece de compañerismo. El plantel de jugadores de este secundario superior tampoco es una escuela con ganadores, más bien se ven a ellos mismos carentes de futuro. obviamente la trama lleva a que los opuestos se atraigan, pero incluso dentro del Karasuno ambos compiten.
Entonces la derrota es un elemento fundamental de la trama, sufrimos los traspiés del equipo como si fueran propios. Pero no solo sufrimos con los protagonistas, hay también una cuota de empatía hacia los oponentes, las motivaciones de ellos son tan válidas como la de los personajes principales y su crecimiento durante la trama es de vital importancia. El ancho de la serie es ese indudable compañerismo entre rivales que los une a todos incluso en la inmensidad del mundo, porque lx artista reconoce las ventajas de la globalización y ese es otro factor favorable.
El último gran arco de la obra hace un recorrido cosmopolita. Previo al final de uno de los partidos más importantes, Furudate, se había dado un descanso para recabar información sobre el beach volley en Brasil, destino que sus propios personajes van a visitar. A partir de esa instancia la trama evoluciona hacia la idea de romper la barrera de naciones, convirtiéndose en una aldea global del voley con un epicentro muy importante en Latinoamérica, principalmente Brasil y Argentina donde el otro ya no es un extranjero, es un par, un compañero.
En comparación con otros spokons, como Slam Dunk que finaliza con la derrota y la hospitalización de Sakuragi o Captain Tsubasa, que en sus varias encarnaciones se encuentra con un mundo más amplio en el que los triunfos son el motor evolutivo de su trama, Haikyuu se consagra como un manga en el que, rivales o compañeros no están atados solo a la práctica deportiva sino a vínculos más progresivos. La derrota es lo que mueve a los personajes principales, sin el sufrimiento de haber pasado por ella no existe ese ansia por superarse que también transmiten a sus colegas desde dentro de Karasuno, en un principio, hasta inclusive otros planteles. Finalmente cada competidor deja una marca en los protagonistas y da una valiosa lección sobre el fracaso y el amor a un deporte en todas sus formas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario